Sustituir libros y material impreso por tablets multiplica por 80 las emisiones de CO₂ y por 11 la huella hídrica

Además de las implicaciones sanitarias y educativas negativas de la digitalización de la educación, se suele ocultar su tremendo impacto medioambiental.

Según un informe de Ecologistas en Acción, la sustitución de libros de texto y material impreso por tablets multiplica por 80 las emisiones de CO₂, y por 11 la huella hídrica.

El estudio recuerda que fabricar un portátil consume 300 kilos de combustible que se traducen en 700 kilos de CO₂ —incomparables con los 1,7 kilos de CO₂ de un libro de texto, incluso cuando se multiplica por el promedio de libros de cada alumno.

En cuanto a la huella hídrica, la de un dispositivo es 11 veces superior a la de 5 libros de texto.

Más allá de este informe, un asunto preocupante tiene que ver con la renovación de dichos dispositivos y la confusión entre inversión y gasto.

Aunque se suelen considerar una inversión, en realidad su duración de vida es de 2-3 años, después de los cuales habrá que adquirir otros. Pero los fondos europeos NextGeneration que han financiado gran parte de su adquisición (cuando no son las propias familias) solo llegan una vez.

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