Retomar el control a nivel local
Claro que lo ideal sería regular la tecnología a nivel global. Pero a la espera de que la ONU consiga hacerlo de forma efectiva, se puede actuar a todos los niveles, incluido el local.
Sí, políticas municipales pueden conseguir ayudar a los ciudadanos a retomar el control.
Aquí tres ejemplos muy diversos:
En Seine-Port, un pueblo del departamento de Seine-et-Marne et Francia, una normativa municipal a sido adoptada por referendum el pasado mes de febrero “para un buen uso de las pantallas”. El uso del smartphone se prohibe delante de los comercios, de las escuelas y cuando se camina por la calle. Los padres son incitados a prohibir las pantallas en las habitaciones o durante las comidas.
En Nueva York, el alcalde Eric Adams declaró hace unas semanas: “No podemos dejar a la big tech que monetice la vida privada de los niños y comprometa su salud mental. Describe las redes sociales como una “toxina ambiental”, en gran parte responsable del deterioro profundo de la salud mental de los jóvenes neoyorkinos —aunque parece que las medidas que acompañan estas declaraciones se estén tomando sobre todo a nivel del Estado de Nueva York.
San Francisco es el terreno de juego y de experimentación de varios gigantes digitales, pero a pesar de serlo, ha sido capaz de imponer su autoridad y proteger a sus ciudadanos haciendo respetar sus propias reglas:
En 2019 fue una de las primeras ciudades en prohibir el reconocimiento facial en el espacio público.
El mismo año, obligó a todos los comercios a que aceptasen el dinero en efectivo como medio de pago, frente a gigantes como Amazon Go (las tiendas físicas del gigante del e-commerce), garantizando un acceso a cualquier servicio a aquellos que no dispongan de un smartphone o tarjeta de crédito.
Es cierto que entre las medidas que pueda tomar un ayuntamiento hay mucha declaración de intenciones. Pero la política local también es la que está más cerca de los ciudadanos en su día a día. Estos reglamentos no tienen el peso de un RGPD, un DMA o un DSA de la Unión Europea pero como mínimo, las acciones que llevan a cabo tienen el poder de dejar una huella en la mente de las personas.
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